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Lectura de Fragmentos de mundos -Me quedo-
(Lectura en el video) Me quedo parada con la mano en alto, el brazo extendido, el grito a medio dar. Me quedo muda y ciega. Me quedo. El...


Serás lo que debas ser
Salió temprano del apartamento, bajó las escaleras con zancadas ágiles y rápidas, al llegar al primer piso revisó el bolsillo izquierdo...


Cuando tú te desplazas hacia mi lado de la cama
1. Cuando llegué hacÃa frÃo y tú plantabas gardenias [o algo parecido, quizá laurel] en los arriates de pizarra del jardÃn, con la...


Pogo en Paraguay
HabÃamos quedado en encontrarnos en el boliche, pero Victorio andaba siempre tan borracho que capaz ni se acordaba. El local era una casa...

serena
detrás del tornasol cegador de estos hologramas hay la idea de alguien en algún lado. las moscas fulgurantes besan la basura que brilla...

Pala y arena (adelanto para degustación)
<<Me duele una mujer en todo el cuerpo>> citó mientras el sudor descendÃa por la piel pegajosa como una vertiente de ira que encontrara...


Sonia
Lo primero que me acuerdo es que me tomé un pase y me sentà Gardel. Estaba riquÃsima y casi no me hacÃa mandibulear. —Está buena, ¿viste?...


Esteban y Saúl
Cuando los conocà no sabÃa quiénes eran, solo me fijé en dos chicos guapos que me miraban desde la mesa de al lado. Se besaban libremente...


Nos faltan 43
Allá nos despiertan los gallos como a eso de las cinco o cinco y media de la mañana. No hay otros ruidos más que los de nuestros...


El canto de Simón
Hablemos de simón, el chiquillo delgaducho y con las piernas chuecas que solloza apoyado sobre un cerezo. O mejor, hablemos de mÃ, al fin...


Qué, quiénes, cómo
No logro recordar cómo llegué hasta acá. Me acuerdo eso sà que estábamos en una plaza llena de juegos infantiles, pero no era en una hora...


Soy un desempleado
Solo me levanto cuando hay camino. Me baño a veces con agua frÃa. A veces con agua caliente. Incluso a veces resulta que me debo bañar...


Cinco formas de matar a una mujer
Mi ángel de la guarda dice que soy imbécil. Yo creo que él no anda muy lejos. Ni siquiera me avisó cuando vino a matarme. TodavÃa me...


La confesión de la carne
No tenemos un lenguaje para los finales, para la caÃda del amor, para los concentrados laberintos de la agonÃa, para el amordazado...


Pasos Descalzos
Eran las dos de la mañana aquella noche. Una noche que llenaba la casa de miedos y las almas de angustia. El infierno se habÃa hecho del...
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