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Las manos
Las manos. Las manos siempre como un referente de nosotrxs mismxs. Mirarnos las manos nos recuerda que estamos, que somos. Pensamos y nos...
Ahora que todos huyen hacia dentro de sus ciegos destinos de plastico
Ahora que todos huyen hacia dentro de sus ciegos destinos de plástico Ahora que todos abandonan y se saben perdedores de ese maldito ...
Masha
Hace cinco dÃas que sus rodillas no curan. Se pasa horas arrodillada en la capilla, y cuando está en su celda hace lo que le enseñó la...
Lobito
Hay muchos Lobos en la guÃa telefónica, pero Lobos del partido de Lobos provincia de Buenos Aires, quedamos solamente mi abuela y yo....
Cinco minutos
Con anticipación me acerqué a la estación alrededor de las 9 de la noche. El frÃo otoñal obligaba a caminar agazapado, protegido con...
A la sombra del rÃo
Nunca los llamábamos por sus nombres. Él decÃa mi señora esto o aquello y yo decÃa mi esposo tal o cual cosa. Tampoco hablábamos de...
Mi nuevo novio es un pinche caliente
Digo nuevo porque en verdad lo es. Mis compas probablemente me felicitarÃan por mi nueva adquisición. Pero sé que no lo harán, más bien...
Extrema
Comer una sola galleta de arroz en veinticuatro horas. Pasar dÃas enteros con un chicle en la boca, partiéndolo en pedacitos para creerse...
Ogum beira mar y Campanario
Ogum beira mar Navego en blancos, brumosos ojos. Despejo cielos, negros y nubosos. Precipito las tinieblas sobre el mar. Comando...
Lo que fue, nunca será más que olvido
Escarbo en la base del amor y no hallo más que mugre seca, como tierra impregnada bajo las uñas. En sÃ, de eso se trata: de impregnarse y...
Basilio y el deseo (muestra para degustación)
Iván entró al Mausoleo, con rapidez y la preocupación de no ser visto. El hombre que le permitió el acceso, lo guio durante unos segundos...
Su cama
El colchón colorea manchas marrones, retazos de otra vida. Me gusta pensar que son de humedad, pero ¿será as� Meto las puntas de la...
...
Se queman las palabras que no dije lo que ya no soy se quemó el tiempo se evapora en una olla a presión los sabores dulces y picantes Se...
Las flores de mi niñez
En esos ratos locos donde el espanto se agiganta, desearÃa dar vida a un vástago para mitigar esta soledad sin tierras, si no supiera lo...
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