Desde adentro
Qué alta que es esa pared, alta y con alambres.
La pucha; y me falta tanto tiempo, tres meses van recién y me sigo preguntando ¿podré saltar esa pared?, no, ni en pedo, si mide como cuatro metros ¿y si me vendo bien los brazos? a lo mejor pueda, pero ¿y el guardia?, no, me caga a tiros. Ay que imaginación la mía, si para saltar esos cuatro metros tengo que ser el hombre araña y más estando todo el día en una celda. Qué paredón de m… y ahí nomás está la calle.
Sí, la calle donde todos me esperan, bah, todos, mi vieja que es la más fiel entre todos. Que te voy a ir a ver, que te llevo cigarrillos y no viene ni el loro, pero mi vieja sí, desde que tengo catorce años y ando de cana en cana y solo viene mi vieja. Qué ganas de salir que tengo y pensar que recién llego. Pero así soy yo por lo general, llego a cualquier lado y ya quiero rajar. Pero hasta antes de los catorce años yo no era así, solía estar siempre en casa con la familia, trabajar con la familia, ayudar de verdad a la familia, pero bueno ¿Por qué uno quiere ir hacia donde no debe?
Y acá estoy desde tan chico sin conocer nada más que paredes altas, aunque esta me parece la más alta, no sé si por lo poco que estuve en la calle o por la condena que me espera, pero sé que es alta y que va a costar cruzarla. ¿Y si me fugo?, ojalá fuera tan fácil, mirá lo alta que es, ahora ajo y agua, sí. A joderse y aguantarse.
Autor: Daniel Alejandro Prieto Goldsman
Daniel Alejandro Prieto Goldsman. Nacido el 9 de octubre de 1992 en San Clemente del Tuyú, Buenos Aires, Argentina. Hoy en día vive en la Ciudad de Buenos Aires, actualmente alojado en el penal de Devoto, Unidad 2. Participa del Taller de Narrativa del Programa de Extensión en Cárceles, de la Facultad de Filosofía y Letras en el Centro Universitario de Devoto (CUD)
Imagen: Alice Loaiza