Sal
Despierta a las siete de la mañana sin saber muy bien dónde está. Arrancar el día a esta hora, cuando el sol no había salido del todo y la ciudad recién se está desperezando, le provoca tanto pesadez como unas terribles ganas de seguir durmiendo durante tres días seguidos. Está acostumbrado a sentirse así cuando la alarma lo saca de la cama habiendo dormido menos de seis horas. Se viste en modo automático mientras trata de salir de ese estado y ordenar las ideas en su cabeza abombada.
La necesidad de un mate para despejarse le hace arrastrar los pies hasta la cocina con la vista nublada por las lagañas. La falta de sueño le pesa mucho y sabe que la mejor opción para arrancar el día es un buen matecito activador. Calienta agua en la pava mientras abre un paquete nuevo de yerba que todavía se encontraba en una bolsa de plástico. Obedeciendo su ritual mañanero, lleva su desayuno ya preparado al comedor.
No tiene muchas cosas sobre la mesa, un plato con restos fríos de fideos bañados en queso barato endurecido, servilletas de papel usadas, la billetera y un frasco con sal. Se encuentra a sí mismo sentado, con el primero de la mañana ya cebado en una mano, la mirada fija en la persiana que deja entrar un mezcla entre las luces de la calle todavía encendidas y la del sol. Sin prestar mucha atención ya había puesto la sal en el mate, arruinándose la mañana y condenándolo a ser lo peor que había probado en su vida.
La reacción fue esperable, escupe instantáneamente rociando la mesa con lo poco que había llegado a tomar. Le dedica una mirada de odio al frasco mientras se levanta furioso con dirección a la cocina. Si madrugar ya lo ponía de mal humor, ahora estaba rabioso. Encuentra la causa del horrible sabor del mate al leer el paquete que habia traido ayer del almacen y putea por haber sido tan despistado. La sal que compró era baja en sodio.
Autor: Elias Helú
Nací en 1996 en Mar del Plata donde resido actualmente aunque he vivido toda mi vida en Maipú, provincia de Buenos Aires. Estudio Licenciatura en ciencias biológicas en la UNMDP y escribo por hobby.
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