Esquizofrenia
Desde que me han encerrado en este lugar me siento más neurótico. He olvidado nombres, lugares y situaciones vividas. Aquellos monstruos que antes me asolaban solamente durante la noche y en sueños, ahora me asedian permanentemente .Todavía no logro diferenciar sus voces de sus rugidos, su lamento de su euforia. Sé que lo lograré.
Me encerraron ya no recuerdo cuándo, tal vez hace un día, un mes o hace años. Como recordarlo. Los médicos me diagnosticaron insania mental, esquizofrenia, traumas de asociabilidad y categorías por el estilo .No entiendo demasiado esas patologías, ni el color de mi habitación.
Tengo un inmenso jardín que me rodea. Durante las mañanas escucho el canto de los pájaros, que se posan en las ramas construyendo himnos encriptados que solo ellos comprenden. Posiblemente hagan referencia a mi conducta, a mi insania. Sus colores, sus sabores, sus tonalidades me son ajenas. Sin embargo, estoy comenzando a interpretarlas.
Algunos seres que me atraviesan por las noches son oscuros y me provocan mucho daño. Otros un tanto menos. Mis salidas al jardín son como una transmutación a la luz, a la vida.
Antes al menos escribía. Mucho. Poesía, cuentos, prosa. Ya mis dedos están paralizados, debido a la medicación, a las torturas, a los golpes. A las curaciones espirituales y a las oraciones...Todo aquello pertenece al pasado, cuando mi sitio se encontraba del otro lado del muro. Donde viven los mortales, los grises, los formales, los sanguíneos. Pobres de ellos, se creen a salvo y de esa manera ignoran este lado del muro. Pasan por la muerte y fingiendo su inexistencia ni siquiera me miran, nos miran. Ya no tengo uñas, ni dedos, ni cabellos. Soy una tumba.
Afortunadamente he olvidado palabras, las fui negando poco a poco, sustantivos, verbos, adjetivos. Qué más da?
Me asisten cadáveres, seres en descomposición, cuerpos desnudos sin sexo. Los lamo, los saboreo sin sentir nada. En mi habitación he logrado acumular unos cuantos, al menos mi extrema soledad se hace más llevadera.
En cuanto a esos miserables que supieron fingir afecto, dulzura, orgasmos, los he ido olvidando poco a poco. Ya no los necesito. De nada sirvieron, al contrario han sido los culpables de este padecimiento. Un mundo que me domesticó para ser el muerto que soy. Las escuelas, las iglesias, las oficinas públicas solo fueron motivos para desfigurar mi mente. De niño supe alimentarme de cariño y estupidez. Me han violado mis mayores, y los seres cercanos a mí. Los demás apenas observaban cómplices, sin emitir opinión ni juicio.
A mis padres se los llevaron una tarde. Nunca volvieron. Irrumpieron varios hombres armados. Una patota. Mis hermanos y yo fuimos separados. A mí me tocó la peor parte. Las peores aberraciones. Y de fondo un mundial de fútbol que nunca comprendí.
Me crió un señor que nunca llegué a querer. Siempre uniformado. Severo, cruel, patriótico, católico. Cuando cumplí los dieciocho años tome la firme decisión de matarlo. Nada corría en mis venas. Ni resentimiento, ni venganza, ni dolor. Lo maté.
A partir de allí ya no tuve miedo a nada. Será por eso que en este lugar disfruto del sol, los pájaros, los colores, la música y principalmente el aullido de esos seres podridos que me acosan día y noche. Ya no tengo miedo. Después de todo uno aprende a sobrellevar el horror. Nada es ajeno cuando uno se acostumbra a él.
Autor: Juan Borges
Nacido en Bella Vista, provincia de Buenos Aires en el año 1972.
Residente en el distrito de Malvinas Argentinas, docente desde el año 2010. Antes de ello trabajó muchos años en fábrica.
En el año 2006 editó su primer libro de poesía "Nacimiento”. Ese mismo año comenzó a formar parte de la Feria del Libro Independiente nutriéndose de muchas experiencias y aprendizajes relacionados a la autogestión.
Participó en innumerables ciclos de lectura relacionado a los escritores autogestivos. En 2007 con otro grupo de artistas de la zona de San Martín forma el grupo “Humo Suburbano” y edita con ellos varios Fanzines para difundir su obra, presentándose en diversos ciclos de la zona norte y Capital Federal. Ese mismo año edita su segundo libro de poesía "Noche Roja” en forma artesanal.
En el año 2009 edita su tercer libro de poesía “El emperrado corazón”, aquí alejado de los circuitos literarios y más cerca de las vivencias sociales que lo nutrirían en su posterior narrativa.
Dictó talleres literarios en la zona con una mirada social y realista de la literatura, se adentro en las vivencias de los seres abandonados de la tierra.
En 2010 comenzó su trabajo como profesor dedicándose de lleno a su trabajo.
En 2015 edita su primer libro de relatos “Púrpura”, recibiendo buenas críticas y difundiéndolo en diversos ámbitos. Retomó la difusión y la escritura en forma autogestionada.
Actualmente prepara su próximo libro de relatos “El barro del suburbio” en un estilo realista suburbano.
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