Entonces
si sólo sabemos escuchar, ENTONCES habrá que hacer audible algo de lo no-humane. usar la palabra como pista: no darle nunca entidad de conclusión, sino de puente, de carnada.
traer de lo infinito una forma-informe, indescriptiblemente bella, temible y extraña. verla desvanecerse.
habitar una pertenencia de pasaje. un deseo oscilante. sabernos múltiples.
que los conceptos no describan sólo lo dado, que cuenten el entre.
saber que la boca que nombra la forma-informe también es suya. y que los ojos que la ven, son sus ojos mirando.
que conocer signifique sabernos parte del río y del ceibo, aunque eso implique también lo ínfimo y la muerte.
inteligencia no es construir un edificio de cemento sobre tierra cultivable. ni haber memorizado lo suficiente como para sumar un prefijo a un-nombre-ya-de-por-sí-falso. inteligencia es existir como un grillo en el pajonal. y si no podemos ENTONCES explotar nuestra humanidad para después reunir los fragmentos y crear. o abonar.
radicalizar el sentir.
sabernos vivxs, mutables y mutantes, agradecer que allí también habite lo ínfimo y las muertes.
comprender que en el caos de los signos también hay eternidad.
no comprender. ser.
(a demasías abiertas)
20 de julio de 2020.
arroyo espera, delta del paraná.
no se puede albergar la inmensidad en un cuerpx sin que la fragilidad se nos haga carne. como tocar una estrella y salir ileses. o bucear en infinitos sin perderse acaso, o sin olvidar siquiera nuestro nombre y nuestra edad.
se puede, sí, enfermar de rutina y de consumo. o morir envenenades por eso que venden como alimento. se puede temer u odiar a les empobrecides. se puede amar y firmarlo en un contrato. se puede nacer con techo-comida-y-educación aseguradas, o no.
se puede trabajar mucho, mucho, muchísimo, y que nadie crea que perdés el tiempo.
hay quienes prefieren asomarse al caos aunque vuelvan con los ojos cansados. aunque no vuelvan.
hay quienes se arriesgan a no reducirse a lo dado, al intercambio de valores-conocidos, a las formas sofisticadas del encierro.
hay quienes sienten lo insoportable de existir repitiendo fórmulas caducas.
y van. aunque no vuelvan.
(todo lo que existe puede ser retomado desde un potencial libertario)
ENTONCES,
podemos también
escaparle a la esencialización-esclavizante,
redistribuir la incertidumbre.
construir cuerpes-colectives
que contengan y sanen
las heridas de la-normalidad-y-sus-fascismos.
transformar nuestros quehaceres
en casas-nómades
donde pueda
asomarse el infinito;
donde crear
sin forma.
(todo lo que existe puede ser retomado desde un potencial revolucionario)
ENTONCES,
podemos también partir desde el intersticio, desde el desgarro del “yo”.
e inventar un lenguaje que brote en territorios-aplastados-por-las-obediencias.
se puede ser caos, tempestad e infinito.
acompañar en el vértigo de las demasías. tejer las redes donde caeremos.
habitar un estado moviente que acepte el desafío de lo difícil.
podemos crear micro-políticas que devengan puentes, alianzas-insólitas, comunidades-mutantes, fuegos y tierras.
podemos abrirnos mundos.
13 de junio de 2020. arroyo espera, delta del paraná.
las hojas
se deslizan
sobre la superficie del río.
espera al cuadrado:
agua sobre agua.
todo-lo-viviente-simplemente-vive.
(el saber fatigado intenta adherirse a la percepción ajena. parasita para sostenerse. no hace pie en la incertidumbre del silencio)
darle-lugar-al-estar-sin-saber-cómo.
ENTONCES,
habitar la demasía, la saturación de los átomos, la irrupción de la muerte en las rutinas-muertas. no declarar guerras a lo desconocido, no ser humanes. ejercitar la despedida. admitir las formas sofisticadas de encierro como la normalidad y sus costumbres.
aceptar el abismo de existir.
sentir el viento.
22 de octubre de 2020. arroyo espera, delta del paraná.
una pregunta se acomodaba en su asiento y cruzaba las piernas. permanecía alerta. como si de un momento a otro fuera a levantarse o hablar.
además de esa presencia
no guardaba nada dentro de sí:
ERA una casa vacía.
ERA una paloma posada en un cable, siempre-a-punto-de-caer, pero inmóvil.
ERA, en efecto, una estatua
en un jardín abandonado.
en su interior se extendía un mundo desierto
o tal vez algo allí disgregaba los pensamientos antes de nacerlos.
y en el fondo sólo esa pregunta.
impasible. en su asiento,
cruzando y descruzando las piernas. atenta.
“¿Qué pregunta la pregunta?”
eso pensó entonces, mirando-secamente-la-copa-de-un-árbol-seco.
lo pensó sin pensamiento, MÁS BIEN sensación perpleja, MÁS BIEN cuadro abstracto. cielo.
¿QUÉ SIGNIFICA VIDA? esbozó la pregunta, arrellanándose nuevamente en su interior. una escalera hacia una ventana abierta. el paso justo antes de darlo. un intervalo entre dos verdades. la verdad. la flor. se pasó un buen rato contemplando esa materia indescriptible en que se convertía la respuesta. sintió un leve desamparo pero no había nociones suficientes que lograsen cuajar ese sentir en una palabra. tuvo la tentación de volar. o quizás debería subir al árbol-seco. o esperar al mediodía para almorzar. quizás no. 26 de marzo de 2019.
lomas del mirador, conurbano oeste.
si no hubiera palabras,
¿qué dirían de nosotres nuestras prácticas cotidianas?
¿de que hablan, sin-palabras, nuestras decisiones, vínculos, consumos, tiempos y espacios?.
qué hacemos mientras queremos estar haciendo otra cosa, cuánto limitamos nuestra identidad a fuerza de validaciones externas: cajas-en-las-que-enmarcar-el-infinito.
ENTONCES,
si no hubiera palabras para charlar sobre nuestras deconstrucciones y nuestras aspiraciones revolucionarias y anticapitalistas:
¿qué diría de nosotres nuestra vida? ¿podemos hacer de nuestra experiencia vital un punto de fuga?.
7 de junio de 2020.
arroyo espera, delta del paraná.
todes tenemos un tigre replegado, en lucha incesante, buscando confusamente una parte de sí.
en el fondo del cuerpx una sed.
la palabra incongruente.
la prisa.
12 de noviembre de 2017. villa luro.
Autore: Liebre
Publicaciones anteriores: 20 fanzines que andan dando vuelta, sin nombre de editorial ni nada.
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